Most Loved Tracks4 users
The Boo Radleys -
Wake Up Boo!
4 users
The Boo Radleys -
Wake Up Boo!
4 users
The Boo Radleys -
Lazarus
4 users
The Boo Radleys -
Lazarus
4 users
The Boo Radleys -
Wish I Was Skinny
Music Video LinksArtist BiographyAvailable in:

The Boo Radleys nacieron en Wallasey, en la zona de Merseyside, a finales de los 80. El núcleo inicial estaba formado por Simon “Sice” Rowbottom como cantante y guitarrista, Martin Carr como principal compositor y guitarra, Tim Brown al bajo y teclados, y Rob Cieka en la batería. Su nombre, tomado del personaje misterioso de Matar a un ruiseñor, ya daba pistas de la mezcla entre inocencia y sombras que iba a impregnar su música.
Sus primeros pasos fueron plenamente shoegaze, dentro de ese ruido difuso de guitarras cargadas de efectos en discos como Ichabod and I (1990). Allí ya mostraban querencia por la distorsión y las capas sónicas, aunque lo suyo nunca fue solo ruido, Carr escondía melodías pop que poco a poco empezarían a emerger con más claridad. Esa transición se notó en Everything’s Alright Forever (1992), un trabajo que les abrió las puertas de la prensa indie británica y les colocó junto a bandas como Ride, Lush o Slowdive, aunque con un enfoque más juguetón y menos etéreo.
El salto grande llegó con Giant Steps (1993), un disco ambicioso que mezclaba psicodelia sesentera, dub, pop de guitarras y experimentos de estudio. Fue considerado por muchos como su obra maestra: un álbum expansivo, arriesgado y lleno de ideas, que los situó como una de las bandas más imaginativas de la escena previa al britpop. Aquí ya se veía que Carr quería escribir más allá de etiquetas, uniendo a The Beatles con My Bloody Valentine, pasando por ecos de reggae y noise rock.
Su momento de mayor exposición llegó con Wake Up! (1995), editado justo en la cresta del britpop. El single “Wake Up Boo!”, luminoso, con ese estribillo irresistible, se convirtió en un himno generacional y les dio su mayor éxito comercial. Pero también fue una especie de maldición, se les encasilló como grupo feliz y soleado, cuando su obra tenía bastante más aristas y matices.
El siguiente álbum, C’mon Kids (1996), fue casi un acto de resistencia, oscuro, experimental, lleno de collages sonoros y estructuras raras, como si quisieran dejar claro que no eran un grupo de pop facilón. Parte de la audiencia que llegó con “Wake Up Boo!” se perdió en el camino, pero a nivel artístico fue un gesto valiente. Cerraron su etapa noventera con Kingsize (1998), un trabajo más accesible y orquestal, que sin embargo no consiguió reactivar la popularidad. Poco después, en 1999, la banda anunció su separación.
El poso que dejaron fue el de un grupo inquieto, que nunca se conformó con repetir fórmulas y que siempre buscó tensar la cuerda entre el ruido y la melodía. Aunque muchas veces se les relaciona con el britpop, en realidad su espíritu estaba más cerca de la psicodelia experimental y del pop de laboratorio.
Tras la disolución, Martin Carr inició una carrera en solitario bajo distintos alias, con discos que mantenían esa vena de compositor versátil. Sice también trabajó en proyectos propios, aunque se apartó durante un tiempo de la música.
Curiosamente, en 2021 la banda volvió a reunirse (sin Carr, pero con Sice, Cieka y Brown) y grabaron nuevo material, demostrando que el nombre The Boo Radleys aún tenía vida y que podían revisitar su legado con la madurez de los años.
Wide Thumb
Clearart
Fanart


Banner
User Comments