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Instant Pleasures es el quinto álbum de la banda, publicado en noviembre de 2017 bajo el sello Infectious Music, después de separarse en 2003 y de regresar a los escenarios en 2007 con giras nostálgicas de enorme éxito, Shed Seven tardaron diez años en dar este nuevo álbum de estudio.
Fue producido por Youth (Martin Glover), bajista de Killing Joke y productor de nombres como The Verve o Primal Scream, lo cual ya anticipaba un sonido más expansivo y ambicioso que en sus trabajos anteriores. La grabación se llevó a cabo en los Clouds Hill Studios de Hamburgo y otros espacios en el Reino Unido.
La banda llegaba al estudio con una alineación renovada pero fiel a su espíritu: Rick Witter al frente, Paul Banks de regreso a la guitarra principal tras años fuera, Tom Gladwin al bajo, Alan Leach a la batería, y Joe Johnson de vuelta en guitarras y teclados.
Musicalmente, combina la energía britpop que los hizo populares con un pulido contemporáneo, arreglos orquestales, sintetizadores y una producción más panorámica. El disco suena grande, pensado tanto para la nostalgia como para demostrar que podían dialogar con el presente. La voz de Witter, algo más grave y templada por los años, aporta una solidez inesperada.
El disco sorprendió a propios y extraños, alcanzó el número 8 en las listas del Reino Unido, su mejor posición en veinte años, demostrando que no eran solo un acto de nostalgia. La crítica, que en los noventa los había tratado con cierta condescendencia, se mostró mucho más generosa, destacando la honestidad y frescura de un grupo que había sabido envejecer sin cinismo.
En la trayectoria de Shed Seven, Instant Pleasures representa una segunda vida. No solo validó su regreso como una banda en activo y no un simple recuerdo, sino que abrió la puerta a nuevas giras masivas, festivales y a la idea de que su legado había resistido el paso del tiempo.
User Album Review
Despite 15 Top 40 singles in the Britpop years, York’s finest never escaped the slipstream of Blur and Oasis. However, they did win hearts, and since re-forming in 2007 have become a hot live ticket. Sensibly, they haven’t rushed into the studio, but waited until they had the songs to match their back catalogue. For their first album in 16 years, producer Youth has brought bells, whistles, trumpets, female backing vocals, strings and presumably the studio kitchen sink to embellish their trademark jangling swagger. There are some surprises: People Will Talk echoes, of all people, the Nolan Sisters. Rick Witter’s lyrics have an everyday charm (“I fell for ya, Victoria”), but few bands are as adept at turning indefinable, touching, northern melancholy into huge, uplifting anthems. There are plenty of those here, and Nothing to Live Down, Invincible and especially Better Days – their best song since 1996’s Chasing Rainbows – should prolong the quintet’s unexpected Indian summer.
REviewed by Dave Simpson for theguardian.com.
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