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Track List
01) Profit in Peace
02) So Low
03) I Am the News
04) No One at All
05) Families
06) July
07) Jane She Got Excavated
08) Emily Chambers
09) Soul Driver
10) The Waves
11) I Won't Get Grazed
01) Profit in Peace
02) So Low
03) I Am the News
04) No One at All
05) Families
06) July
07) Jane She Got Excavated
08) Emily Chambers
09) Soul Driver
10) The Waves
11) I Won't Get Grazed
4:14
3:54
4:03
2:40
2:56
3:34
3:10
3:44
3:35
6:08
2:51
Data Complete 80%
Total Rating
Total Rating
Back Cover
CD Art
3D Case
3D Thumb
3D Flat
3D Face
3D Spine
First Released
1999
Alternative Rock
Gritty
Britpop
---
Medium
Album
0 copies
Album Description
Available in:
One from the Modern es el cuarto álbum de la banda, publicado el 13 de septiembre de 1999 otra vez bajo el paraguas de MCA Records.
Brendan Lynch todavía estaba en la producción, aunque ya con la sensación de que la fórmula empezaba a tensarse. La grabación se hizo en los Moseley Shoals Studios de Birmingham, con una atmósfera menos eufórica que en los discos anteriores. Tras el éxito monumental, en lugar de repetir la fórmula calcada, decidieron explorar un sonido más contenido, sobrio y reflexivo, con mayor protagonismo de las guitarras acústicas y arreglos más delicados.
El sonido se aleja del músculo eléctrico y del brío soul-rock para abrazar un tono más melancólico. Simon Fowler canta con un registro más introspectivo, menos de estadio y más de salón. Steve Cradock suaviza sus guitarras, buscando matices en lugar de riffs demoledores. Damon Minchella y Oscar Harrison sostienen el conjunto con elegancia, pero también con menos protagonismo. El resultado fue un álbum que recordaba a los discos más templados de Paul Weller o incluso a los Beatles de la etapa tardía, con cierto aire pastoral.
Entre las canciones destacadas está “Profit in Peace”, single de adelanto con mensaje antibélico, que sonó mucho en radios y que mostraba a un Fowler en modo himno político.
La crítica fue tibia, algunos celebraron el intento de madurez y el giro hacia lo más íntimo otros los acusaron de perder fuelle y de sonar desdibujados frente al huracán de nuevas bandas post-britpop (Travis, Coldplay, Stereophonics). El público, sin embargo, aún respondió, el disco alcanzó el número 4 en las listas británicas, un buen resultado aunque menor que sus predecesores, y vendió lo suficiente para mantenerlos en primera línea.
En la trayectoria de la banda, One from the Modern marca el inicio de una nueva etapa, menos orientada al gran público y más centrada en afianzar a una base de fans leales. Un paso arriesgado que, aunque redujo su impacto comercial, les permitió sobrevivir a la resaca del britpop.
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None...
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One from the Modern es el cuarto álbum de la banda, publicado el 13 de septiembre de 1999 otra vez bajo el paraguas de MCA Records.
Brendan Lynch todavía estaba en la producción, aunque ya con la sensación de que la fórmula empezaba a tensarse. La grabación se hizo en los Moseley Shoals Studios de Birmingham, con una atmósfera menos eufórica que en los discos anteriores. Tras el éxito monumental, en lugar de repetir la fórmula calcada, decidieron explorar un sonido más contenido, sobrio y reflexivo, con mayor protagonismo de las guitarras acústicas y arreglos más delicados.
El sonido se aleja del músculo eléctrico y del brío soul-rock para abrazar un tono más melancólico. Simon Fowler canta con un registro más introspectivo, menos de estadio y más de salón. Steve Cradock suaviza sus guitarras, buscando matices en lugar de riffs demoledores. Damon Minchella y Oscar Harrison sostienen el conjunto con elegancia, pero también con menos protagonismo. El resultado fue un álbum que recordaba a los discos más templados de Paul Weller o incluso a los Beatles de la etapa tardía, con cierto aire pastoral.
Entre las canciones destacadas está “Profit in Peace”, single de adelanto con mensaje antibélico, que sonó mucho en radios y que mostraba a un Fowler en modo himno político.
La crítica fue tibia, algunos celebraron el intento de madurez y el giro hacia lo más íntimo otros los acusaron de perder fuelle y de sonar desdibujados frente al huracán de nuevas bandas post-britpop (Travis, Coldplay, Stereophonics). El público, sin embargo, aún respondió, el disco alcanzó el número 4 en las listas británicas, un buen resultado aunque menor que sus predecesores, y vendió lo suficiente para mantenerlos en primera línea.
En la trayectoria de la banda, One from the Modern marca el inicio de una nueva etapa, menos orientada al gran público y más centrada en afianzar a una base de fans leales. Un paso arriesgado que, aunque redujo su impacto comercial, les permitió sobrevivir a la resaca del britpop.
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